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martes, 31 de octubre de 2017

El Corsario Sin Rostro #3


El traidor

  
En el tercer número de la colección seguimos conociendo más detalles de la trama que envuelve a los hermanos Ricardo y Alberto Santaña y a la dulce Isabel Mújica, enamorada del desaparecido Ricardo y deseada tanto por Alberto como por su malvado primo Jacobo, mientras el misterio de la identidad del corsario enmascarado está lejos de desvanecerse. Las luchas con los piratas Cara Cortada y El Tuerto no cesan a lo largo de todo el número, y el siniestro Jacobo sigue urdiendo sus planes para conseguir el amor de la hermosa Isabel.







lunes, 30 de octubre de 2017

Pioneros de la historieta española

  

Niél

Una firma muy presente en los primeros tebeos


En muchas de las publicaciones que comenzaron a incluir relatos en viñetas se repetían bastantes firmas, algunas de ellas difíciles de identificar. Una de las que más dudas provocaba era la de Niél, durante mucho tiempo (y todavía ahora por algunos estudiosos) atribuida a Melcior Niubó, pero que parece más probable que perteneciera a Daniel Masgoumiery i Pena, caricaturista y dibujante catalán de tendencia política anarquista, o al menos autor de dibujos aparecidos en publicaciones de espíritu libertario. Sus trabajos pueden encontrarse principalmente en revistas del sello El Gato Negro, luego Bruguera. La editorial consideró a Niél merecedor de ocupar con sus historietas muchas portadas, e incluso de crear el personaje emblemático de la revista Boy.
Reproducimos a continuación una pequeña selección de historietas de Niél publicadas en las revistas A.E.I, Boy, La Alegría InfantilCalderilla y ¡Ja... Ja! 















domingo, 29 de octubre de 2017

El Oeste americano a través de Novaro


Roy Rogers

Uno de los más famosos `singing cowboys´

 
Gene Autry popularizó la figura de los vaqueros cantantes con su interpretación en la película The Singing Cowboy (Mack V. Wright, 1936). De aquellos inverosímiles jinetes, con su impecable y poco adecuada vestimenta, sus blancas y cuidadas manos y su peinado cabello, que galoparon por la pantalla endulzando sus aventuras y correrías con sus gorgoritos, uno de los más reconocidos fue Roy Rogers. Al igual que el pionero Autry, con quien llegó a coincidir al menos una vez en el cine, Rogers vio sus aventuras convertidas en historietas en los coloridos comic books que Novaro trajo a España en el sonoro español de México, con los nombres de los personajes hispanizados de modo conveniente. 
Las apreciadas revistas de la editorial azteca eran de las más estimadas por los chavales de los años cincuenta, por el color (fueron muy escasos los tebeos de aventuras de aquellos tiempos que gozaron del color), por el exotismo y por la dificultad de conseguirlos, dado su precio, prohibitivo para muchos.
De nuevo he de agradecer a Máximo, enamorado del western y gran coleccionista y entendido en tebeos, la gentileza de facilitarme estas cubiertas de Roy Rogers que reproduzco y que espero traigan buenos recuerdos a muchos.













sábado, 28 de octubre de 2017

Cuadernos de aventuras


Kit-Boy

Ciencia ficción a la española


En el año 1955 el futuro era muy cercano. Sonaban en la radio canciones como El año dos mil y pico ["los hombres podrán volar / metidos en un cohete / hacia el espacio sideral"], Marcianita, en la que Billy Caffaro afirmaba que en el año setenta sería feliz con una pareja venida del planeta Marte, o aquella otra que cantaba a la televisión que "pronto llegará" (profecía cumplida, por cierto). Los tebeos no eran menos optimistas: el primer número de la colección que hoy nos trae la memoria frívola comienza diciendo que, en el año 1965, "los científicos norteamericanos han conseguido sus máximas aspiraciones: la conquista del espacio". Aparte del error de concordancia de número (¡sus máximas aspiraciones serían al menos dos!), esto era toda una declaración de fe en la ciencia.
Esta colección gozó de un más que mediano éxito, consiguiendo completar dos bloques de treinta y cinco números cada uno. La primera parte fue una space opera clásica heredera de Flash Gordon, con aventuras espaciales que comenzaban en el satélite marciano Deimos, al que llega nuestro héroe, el joven Kit, de polizón en la nave del capitán Rider y el profesor Roy Dash, enviados para investigar la desaparición de varios satélites artificiales terrestres. A su vuelta a la Tierra tras sus aventuras espaciales, Kit-Boy y sus compañeros pasaban a vivir aventuras más "terrestres", llegando incluso a cabalgar por el lejano Oeste. 
El autor de la serie, Alan Doyer, pese a su sonoro nombre anglosajón, era en realidad el dibujante catalán José Espinosa Serrano, que en la primera viñeta de la colección firmaba como Serrano, en el segundo número empleó otra firma más elaborada: "Frank LosD", pasando a su firma más habitual a partir del número 4. El trabajo más conocido de este autor fue el que realizó para la colección de Toray Hazañas Bélicas (fue uno de los principales sucesores de Boixcar), donde, con guiones de Eugenio Sotillos, dibujó la serie Johnny Comando, en la que nació su personaje más popular, el sargento Gorila, que acabó sustituyendo al titular y encabezando la serie en varias colecciones.
Con Kit-Boy Alan Doyer nos ofreció una digna aventura que se lee con facilidad, dibujada con eficacia. Estoy disfrutando de la revisión de esta serie cuando han pasado más de cincuenta años desde la última vez que le puse el ojo encima. Los cuadernos de historietas sólo exigen del lector una cosa: poner la mente a la altura de nuestra edad más feliz, la que teníamos cuando los disfrutamos por primera vez. Estoy muy satisfecho de decir que todavía sigo siendo capaz de hacerlo. Y no se trata de la segunda infancia: en cierto modo creo que aún no abandoné del todo la primera, opinión que comparten muchos de los que me conocen.